3 de noviembre de 2011

Los desafíos de la logística del arroz

por Trazo Fino

Alcanza con tomar un mapa para advertir que los puertos de la hidrovía, nodos logísticos por antonomasia, se han trasladado al sur de las provincias arroceras. Las implicancias de esta realidad geográfica son tan diversas como trascendentes.

Por un lado exhibe una dependencia absoluta del transporte automotor, fuertemente influido por la disponibilidad y el precio del combustible, la existencia de subsidios estatales, la formidable presión sindical condicionante de salarios con inflación en dólares, sino también en las acciones directas que toma el gremio cuando algo no es de su agrado. Paradójicamente, mientras el grueso de la cosecha viaja en camión, los costos logísticos parecer viajar en avión y tienden a elevarse en dólares haciendo perder competitividad a la cadena arrocera.

El panorama se torna más sombrío si consideramos que la competencia de los puertos ocupados por la soja en la época de cosecha arrocera y la falta de espacios para almacenaje por la errática política de ROEs terminan perjudicando y encareciendo el acopio de un producto regional como es el arroz.

Para colmo, la Bandera Argentina flameando en la hidrovía y la presión sindical del S.O.M.U. (Sindicato Obreros Marítimos Unidos) en los ríos Paraná y Uruguay, tienden a encarecer aún más los fletes fluviales, dificultando la aparición de una burguesía que invierta en barcos de bandera nacional (salvo la incursión empresaria del S.O.M.U. en un armador). Mientras tanto, las otras banderas de la hidrovía se fortalecen, pero motivos jurídicos (y de los otros) les impiden tocar puertos argentinos o hacer de feeders fluviales tan comunes en antaño y que permitieron multiplicar la cantidad de productos transportados por agua desde puertos del interior.

Si bien pareciera que la palabraproductividad, está fuera de moda (o devaluada), no menos cierto es que algún día -como ocurre en los círculos Budistas o el símbolo del Tao- será necesario volver irremediablemente a ella. Y muchas veces los regresos no son todo lo agradables que pensamos o suponemos.
La Teoría económica de los precios relativos siempre inexorablemente se cumple, es por ello que en algún momento todo entra en crisis y se vuelve a re-acomodar. Los precios relativos de los fletes terrestres y fluviales en el caso del arroz, como así también algunos gastos portuarios y aduaneros están fuertemente desfasados. Ya podemos decir que un Flete Fluvial de 500 km cuesta igual que un Flete Marítimo de 15000 km. Y así ceterīs pāribus con la comparación que uno quiera tomar.

Entonces nos preguntamos ¿quién le pone el cascabel al gato?
La diferencia de criterios existentes en cuanto a la Logística nacional se acentúa cada vez más, y el arroz no escapa a estos dilemas.
Existe lo que podríamos llamarLa teoría de la Serpiente Bicéfala”.
Una cabeza dice que hay que transportar con fletes argentinos terrestres y fluviales; la realidad demuestra la concentración de negocios en el Sur (llámese Provincia de Buenos Aires o ciudad de Buenos Aires), desplazando hacia esas latitudes riqueza y trabajo, productos y trabajo que originados en el Norte.
La otra cabeza de la serpiente advierte: si liberamos las banderas no habrá trabajo digno para empleadores y empleados del transporte terrestre y acuático, las consecuencias económicas y sociales podrían ser irreparables.

En conclusión, ambas cabezas nos van a picar y seguramente, dormiremos en loslaureles que supimos conseguiry esto traerá la perdida irresponsable de una de las mayores ventajas logísticas que caracterizan a nuestro país: producción cerca de los Puertos y rápidamente afuera con costos logísticos muy competitivos.
Decía Peter Drucker quedonde hay una empresa de éxito alguien tomo alguna vez una decisión valiente. Son esas las decisiones que adoptar de manera impostergable y preservar a la logística argentina en general y la relacionada con el arroz en particular.

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